El director

De un coronel de la Guardia Civil pasamos a otro coronel del Ejército. En su cv no leo absolutamente nada relacionado con la inmigración. Sí, sabe idiomas: entre ellos el serbo-croata. Debe ser que ahí esté la clave de todo, que ese detalle le ha hecho merecedor de ser el próximo director de un centro que el PP se ha encargado de blindar como ha hecho con la inmigración en general.
Nos cuentan que la propuesta de Espíritu Navarro ha partido del delegado del Gobierno. O sea, de Vivas. A nuestro presidente le encantan los militares. Aunque presuma que bebió de los pechos socialistas, la derecha le viene marcada a fuego. Y sí. A Vivas le encantan los militares. Si pudiera, elegiría uno para colocarlo al frente de Gobernación. Solo le falta eso para adornar ese nuevo escalafón desnortado en el que lleva tiempo subido. Ya tenemos nuestro coronel en el CETI: todo un símbolo para un Partido Popular que por mucho que se afane en vender una renovación, es lo que es. No cabe otra.
Pues sí. Vamos a tener un coronel que sabe serbo-croata, que le gusta al delegado (o sea a Vivas) y que tendrá que saber coordinar la dirección de un centro en el que se pasa de la tranquilidad más absoluta a la revolución extrema en minutos. (Vaya... ¿cómo era que solucionaban esto los militares?).
El invento de los CETI, que no son más que experimentos de 'limpieza' para contener en Ceuta y Melilla a una población que tras cruzar la frontera tendría que tener el derecho a circular libremente, ha terminado amoldándose a la imagen y semejanza que quiere el PP, hasta convertirlos en una especie de campos de control en donde el aislamiento es total y absoluto, evitando que la población migrante puede tener la proyección que debiera. Eso sí. El Día de África montan unos cuantos bailes para sus vídeos promocionales y quedan hasta bien. Hemos perdido mucho y estamos perdiendo más. Es lo que quiere el PP: un coronel que sepa serbo-croata. Enhorabuena, don Juan. Está usted muy centrado. Sí.
¿Y la oposición?, ¿es que existe?