Ayer a las 17:00 horas comenzó en el Hospital Universitario de Ceuta una nueva acción formativa perteneciente al programa de Formación Continuada de 2016 titulada «Lectura crítica de artículos científicos en ciencias de la salud». Este curso va dirigido a profesionales sanitarios de formación universitaria; principalmente diplomados en enfermería, y licenciados o doctores en Medicina, que desarrollan su actividad profesional en el Sistema Nacional de Salud del INGESA del Área Sanitaria de Ceuta. Para aumentar la eficiencia y rentabilidad de la actividad formativa, se aconseja que los alumnos hayan adquirido previamente a este curso conocimientos básicos en las técnicas metodología de investigación, especialmente en el diseño de estudios, análisis estadístico de datos y búsqueda bibliográfica según criterios de medicina basada en la evidencia, y que quieran avanzar en su formación metodológica hacia una lectura con actitud crítica de la bibliografía médica publicada en revistas nacionales o internacionales de distinto índice de impacto.
Aunque el curso está orientado hacia el colectivo médico, dado que la investigación es una actividad multidisciplinar, también se han sido incluidos otros profesionales sanitarios, cuya actividad profesional es fundamental en la práctica clínica, como son los diplomados en Enfermería, Fisioterapia, y licenciados o doctores en Farmacia y Odontología. En definitiva son 25 profesionales de distintas ramas de la sanidad (16 facultativos y 9 enfermeros) los alumnos admitidos hasta la fecha.
La actividad del profesional de las ciencias de la salud tiene tres vertientes o funciones distintas que convergen de forma sinérgica en la calidad de la atención al enfermo: función asistencial, docente e investigadora. Como ya viene siendo habitual en sus líneas estratégicas, el INGESA pretende potenciar la faceta investigadora del hospital, realizando actividades formativas en este sentido. El objetivo de la investigación científica en medicina y enfermería es la publicación; o dicho de otro modo, la actividad investigadora de los médicos y enfermeros no se mide en función de parámetros de productividad o calidad asistencial, ni por su conocimiento innato de temas sanitarios, sino que son evaluados por el número, y sobre todo por la calidad de sus publicaciones. Un estudio científico en medicina, por espectaculares y novedosos que sean sus resultados, no termina hasta que esos datos se publican, y son leídos y validados por la comunidad científica a la que pertenecen; solo así pueden verificarse los nuevos avances tecnológicos, y añadirse luego a la base de datos que llamamos precisamente conocimientos científicos.
Si la lectura es un paso necesario para la escritura, saber leer bien literatura científica es el paso previo para escribir (y plantear) correctamente artículos de investigación. Por tanto, un médico ha de saber “leer y escribir” en medicina además de “practicarla”. Efectivamente, es muy importante cuidar y mejorar la escritura científica, pues una deficiente redacción puede impedir o retrasar la publicación de un trabajo excelente desde el punto de vista metodológico. Por tanto, hoy en día el profesional sanitario ha de ser, además de un excelente escritor y comunicador, un buen investigador, y un incisivo lector crítico de todo lo que cae en sus manos. Sin embargo, esta tarea no es fácil, pues anualmente son miles las publicaciones que afluyen al ámbito del ejercicio de la medicina y la enfermería. Es imposible absorber o al menos analizar de forma eficiente semejante cantidad de documentación. Por lo tanto, digerir la ingente información disponible de manera provechosa requiere una estrategia clara y decidida de búsqueda, valoración, síntesis y lectura crítica eficiente de la literatura científica. Por otro lado, no todo lo que se publica tiene calidad y utilidad práctica. Según una revisión de la literatura médica citada por Sheehan, «dos terceras partes de los estudios que aparecen en las revistas médicas más exigentes pueden tener fallos de diseño o interpretación de los resultados lo suficientemente graves para invalidar sus conclusiones». Según Altman se publican demasiadas investigaciones científicas de dudosa calidad, con métodos de investigación equivocados, deficientes y/o imprecisos, con aplicación incorrecta de procedimientos técnicos o de análisis estadísticos incoherentes con los objetivos del trabajo, con citas bibliográficas sesgadas y deducción de conclusiones injustificadas, que no se basan en los resultados emitidos.
El curso propuesto pretende que el alumno sea capaz de evaluar críticamente los artículos científicos, potenciando la capacidad del lector para verificar la validez (aproximación a la verdad) y utilidad (aplicabilidad clínica) de los resultados publicados, con el fin de incorporarlos al cuidado de los pacientes y a la mejora de la calidad asistencial. La lectura crítica de la literatura científica es una herramienta imprescindible para todos los profesionales sanitarios que deben tomar decisiones en su práctica clínica diaria. En este sentido, este curso de lectura crítica pretende ser un excelente complemento de la acción formativa de «búsqueda bibliográfica en Internet según criterios de Medicina Basada en la Evidencia (MBE)» impartida por nuestro compañero, Enrique Roviralta Arango (Presidente del Colegio Médico de Ceuta), en varias ediciones durante los últimos años, y del curso de Metodología de investigación en Ciencias de la Salud impartido en 2015. La lectura crítica es la parte final del proceso de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE) o, en términos generales, la Práctica Basada en las pruebas actualmente disponibles. Por tanto, la utilización óptima de la información científica contrastada y fiable, aquella procedente de la mejor investigación publicada, sería la clave para mejorar la eficacia de la práctica clínica y la atención sanitaria en general, reduciendo la incertidumbre y aumentando la estima y el aval ético de los profesionales de la salud. El mensaje fundamental de esta acción formativa es que, tanto el médico como el enfermero, deben ganar en destreza, competencia y habilidades para realizar valoraciones objetivas, independientes y analíticas de la información científica circundante, y por lo tanto poder evaluar con criterios objetivos la rentabilidad de los contenidos de los artículos publicados en las revistas de su especialidad y/o ámbito de trabajo. La valoración crítica de la literatura clínica debe ser el principal proceso de incorporación de la información científica más válida, fiable y segura para la práctica asistencial. Por tanto, la lectura crítica es una herramienta fundamental para el continuo autoaprendizaje del clínico, que no solo es importante en su fase de formación como médico residente, sino que debe continuar durante toda su vida profesional. Por tanto, el propósito fundamental de esta actividad formativa, es permitir y potenciar en el alumno, el desarrollo de habilidades y destrezas en el manejo de herramientas conceptuales y de técnicas de indagación, que le faciliten la búsqueda y organización del conocimiento de su especialidad, fomentando el desarrollo de una actitud crítica de la literatura científica a la que accede, permitiéndole analizar, objetiva y constructivamente dichas publicaciones, seleccionando solo aquellas que tengan suficiente rigor metodológico y que puedan aportar un valor añadido a la realidad en la que desempeña su labor asistencial.
La lectura crítica es el proceso de evaluar e interpretar la evidencia aportada por la bibliografía científica, considerando sistemáticamente los resultados que se presentan, y aprender a juzgar si las pruebas científicas son válidas (rigor científico), importantes (interés en la práctica clínica) y aplicables (en nuestro entorno médico). De esta forma, la lectura crítica nos permite discriminar los artículos según los puntos fuertes y débiles de la metodología utilizada, y su finalidad es ayudar a los profesionales a tomar decisiones adecuadas a una situación clínica o de gestión concreta.
El curso se realizará en tres fases, un módulo inicial teórico desarrollado del 6 al 9 de junio, donde se expondrán los fundamentos que van a permitir a los alumnos adquirir las competencias necesarias para una buena lectura crítica, así como los principales recursos para aprender y mejorar en la comprensión razonada de documentos científicos de cada especialidad médica, con posteriores seminarios tutorizados en la siguiente semana, y por último un módulo práctico de carácter expositivo y evaluativo en el que se asignará a cada alumno el análisis metodológico completo de un artículo original publicado en una revista sanitaria de su ámbito, como material de trabajo práctico. Todos los alumnos deberán defender públicamente, durante este módulo evaluativo, y mediante una presentación oral, los principales resultados obtenidos del procesamiento cuantitativo de la lectura crítica del artículo, justificando argumentalmente las fortalezas y deficiencias del material asignado. Para lograr estos objetivos los alumnos van a utilizar «la guía práctica de lectura crítica de artículos científicos originales en ciencias de la salud», publicada por mí en 2011 y disponible en la página web oficial del ministerio de Sanidad. Este manual de amplia difusión y uso en los países de habla hispana, ha sido aceptado en este contexto evaluativo. Esta fase final es fundamental para obtener el diploma de aprovechamiento del curso.
En definitiva, con este curso presencial de 25 horas de duración, INGESA pretende que el profesional sanitario mejore en la capacidad de realizar una lectura crítica de los artículos científicos de su especialidad, sabiendo discriminar los que responden a sus necesidades y preguntas planteadas, de los que tienen escasa calidad y/o dudosa utilidad clínica.