Les da igual. ¿Es triste eh? Duro también. Pero es que no cabe otra conclusión. LES DA ABSOLUTAMENTE IGUAL. Nuestros gobernantes deben tener otra escala de prioridades, hasta de valores me atrevería a decir. Hace unos días les mostrábamos las imágenes indignantes, indecentes, inhumanas de las porteadores tiradas en la playa del Tarajal, en pleno Ramadán, mezcladas con bañistas sin derechos. ¿Le importa a alguien? Me atrevo a decir que no. Las prioridades son otras. Da igual que se produzcan estas escenas tercermundistas en nuestra propia ciudad, escenas atrapadas en un caos absoluto de colas, de auténtico infierno que nos afecta a todos los ciudadanos.
El Comité de Playas se reunió ayer para comunicar a la ciudadanía que están supervisando el inicio de la temporada. Nos dicen que todo estará bien, que tendremos el servicio de socorrismo operativo (será para algunos arenales, otros siguen marcados por las mermas como si los accidentes en el mar tuvieran fecha en el calendario adaptándose a la existencia o no de socorristas). Ni una mención hacen a la situación que se vive en el Tarajal, como si la misma fuera fantasma.
Sí. Me dirán desde la Ciudad que ellos solo se preocupan del estado de las playas, que la seguridad es competencia de la Delegación del Gobierno. Excusa como siempre cobarde de una administración que, para lo que quiere, bien que invade competencias ajenas opinando sobre lo que no tiene que opinar o incluso organizando actos que son más propios de la administración estatal.
No. Vivimos una situación límite, una situación inhumana y no nos podemos permitir el lujo de mirar hacia otro lado como si aquí no pasara nada, porque sí, porque pasa.
Si nuestros gobernantes tuvieran una mínima dignidad habrían dado un paso para dar una atención mínima a estas personas. Pero no. No lo han hecho. Debían estar muy preocupadas por la visita de Rajoy como para pensar en otros asuntos. ¿Cómo puede haber tanta desvergüenza? A nadie parece dolerle lo que está pasando, es como si viviéramos en dos Ceutas que se pisan una a otra: la de mentira, de los anuncios, la de los paseos, la de los derechos... frente a la del miedo, la inseguridad, la falta de ayudas, lo inhumano.
No. No quiero acostumbrarme a que todo esto sea normal porque no lo es. ¿Qué pasa que no reaccionáis?