En los tiempos en que admiraba a Margaret Thatcher, fundamentalmente por el ardor con que defendía a su país, Inglaterra y con él a todo el Reino Unido ya era yo mucho más admirador de Blas de Lezo, que como se sabe, los ingleses tuvieron que retirar las monedas que se acuñaron con su efigie pensando en su victoria cuando ha sido la mayor hazaña naval de nuestra historia contra los ingleses en Cartagena de Indias.
Eso sí, les sigo admirando por el tesón que ponen en la defensa de sus interese generales. Es de risa el pensar que si se fueran de la UE, el amigo Picardo iba él solito unir Gibraltar a España, como acaba de proclamar. Sin comentarios. Vergonzosamente, una vez más, el primer ministro David Camerón ha ido a Gibraltar, tierra española cedida por el incumplido tratado de Utrecht a pisotear el honor de un socio, ya que no amigo, fiable como España sin que el registrador deje el "Marca" en el suelo por un momento y atienda, aunque en funciones, las elementales labores de Estado y proteste contra la ignominia constante de los británicos .El caso es que de nuevo Don United Kingdom se propone pedir más al resto de los europeos con la amenaza de su salida. Desgraciadamente vaticino que no se irán y también vaticino que a cambio pedirán lo que ésta vez se les antoje. Fuera de la Unión Monetaria y del espacio Schengen, manteniendo su Opción de Salida (Opting Out) en relación con el Espacio de Libertad Seguridad y Justicia, no van en modo alguno a renunciar a la cantidad de ayudas que le proporciona la UE. Eso sí, hasta el 23 de Junio día del referéndum, tendremos Brexit y llantos para rato.
Y es que mi admirada Margarita inició el camino por el que el Reino Unido ha sido tratado con mayor deferencia de la UE y al que se le ha permitido el reintegro de gran parte de su contribución ya que se oponía a lo que consideraba excesivo aporte británico. Después de muchas discusiones con los jefes de Gobierno de la Comunidad Europea, estos aceptaron en Mayo de 1980 reintegrar al Reino Unido una parte de su contribución. En relación con 1980 y1981 la cifra se elevaba a 1.400 millones de libras esterlinas y en 1982, se continuó con el regateo por insatisfacción británica. El periodo de negociaciones fue largo, cuatro cumbres a lo largo de doce meses. Afortunadamente para la Gran Bretaña, la sustitución en 1982 del canciller Schmidt a quien Thatcher no podía dominar por Helmuth Kohl y el cambio en Francia de Giscard d'Estaing por Miterrand, que sabía poco de números, "Esta Thatcher tiene los ojos de Calígula pero la boca de Marilyn Monroe", fue decisivo. El gabinete británico había contemplado la posibilidad de suspender pagos a la Comunidad. Fue en Fontainebleau donde se celebró la última cumbre francesa en 1984 donde finalmente se estableció un mecanismo que regiría la aportación británica. Un porcentaje fijo de la diferencia entre lo que pagaba y lo que recibía de la Comunidad. Ese porcentaje, del 66% era el que la tal Margarita había puesto sobre la mesa desde el principio. Así, a la hija del tendero, la que había nacido para la política, le fueron aceptadas todas sus peticiones; la que dijo "No creo en una Europa federal y compararla con los Estados Unidos de América es ridículo" vencía de nuevo, como lo había hecho con la huelga de mineros. El mantenimiento del Reino Unido en el resto de instituciones comunitarias a la carta, sistema mediante el cual los británicos han sido espléndidamente beneficiados es sin duda gran parte del legado de Margaret Thatcher, en esto continúan y el próximo referéndum del 23 de Junio, es una etapa más. La mayoría absoluta conseguida por David Camerón en Mayo del pasado año fue en parte lograda por la promesa de referéndum para que los británicos decidan o no continuar en la Unión Europea, y las estupideces de este equilibrista va a traer durante un largo periodo inestabilidad en toda Europa, comenzando por los mercados bursátiles que en España no logran recuperarse. Un Jefe de Gobierno, no puede jugar con cuestiones tan importantes que inciden en todos los países europeos con tanta frivolidad, ya lo hizo con el referéndum escocés y ahora con éste nuevo referéndum, lo que demuestra que este Cameron es pura frivolidad ya que la Gran Bretaña es la primera receptora de inversiones extranjeras de entre los países de la UE.
Qué duda cabe que podría servir para una remodelación del modelo europeo, pero mucho me temo que servirá para un desajuste aún mayor, que como de costumbre beneficie solo a los británicos. El miedo a la inmigración que protagoniza el "Leave" se opone al temor a perder ayudas financieras o subvenciones lácteas y al decrecimiento económico que protagoniza el "Remain". Pero la política del chantaje, sea cual sea el resultado, la seguirán utilizando.
Lo mismo ocurre con la política de los nacionalistas españoles, sean vascos, catalanes, canarios, gallegos, valencianos o baleares. El chantaje es su bandera. El prominente chantaje de la Comunidad catalana que dedica todas sus instituciones a desafiar al Estado de que forma parte es el ejemplo más cercano. Sin tener competencia alguna en el exterior se disponen a crear 11 nuevas "catajadas".
Y es que empiezo a preocuparme cuando constato que personas que a mí me parecían de una solidez desacostumbrada, comienzan a rectificar en el importante tema de la reforma constitucional. Así, ocurre con el profesor Santiago Muñoz Machado , alumno destacado del profesor García de Enterría, que había dedicado grandes esfuerzos en hallar una solución al que considera mayor problema actual y que no es otro que el de la concepción de España como una sola nación. Considera el profesor, que el Título VIII de nuestra Constitución es un "desastre sin paliativos", sin embargo ahora el proceso de integración europea afecta considerablemente a las Constituciones nacionales, por lo que aun siendo la actual Constitución válida en un 80% es necesaria una reforma de la misma para que en Cataluña sea la norma suprema por encima de cualquier mayoría parlamentaria. Que efectivamente el Estado autonómico no funciona es un hecho admitido en público y en privado por cualquier persona que conozca incluso superficialmente dichas administraciones: no resuelven los problemas de los ciudadanos y no se pueden mantener en su actual estado, por lo que hay que reformar la Constitución. En lo que ya no estoy en absoluto de acuerdo, es en que esta reforma, tal y como propone el citado profesor, lo sea para resolver el denominado "problema catalán" con objeto de frenar las cada vez mayores aspiraciones soberanistas de los nacionalistas ,ya que al no encontrar una fórmula que agrade a los nacionalistas y al resto de españoles y dado que la secesión de Cataluña no es posible alcanzarla mediante el referéndum que propician los nacionalistas catalanes al no caber en la Constitución, tampoco se puede suprimir la estructura del Estado basada en las Comunidades Autónomas al haberse convertido en un "principio encubierto de intangibilidad", por lo que no se podría reformar la Constitución sino elaborar una diferente, ya que el parámetro para saber si una norma es constitucional, no solamente es la Constitución sino además los Estatutos de Autonomía que conformarían conjuntamente un cuerpo legislativo. De nuevo mi desacuerdo ya que los Estatutos siempre han debido subordinarse a lo establecido en la Constitución y cuando así no ha sido, se han elaborado de forma fraudulenta, ya que se han aprovechado reformas estatutarias para la elaboración de nuevos estatutos, lo que hubiese conllevado procedimientos de aprobación más estrictos que las simples reformas. El caso del Estatuto de Cataluña de 2010 es flagrante, con la permisividad de aquél ignorante que exclamó que" la tierra pertenece al viento".
Muñoz Machado, propone como fórmula magistral y para acabar de una vez por todas con lo que él llama "el problema catalán" un referéndum para que los ciudadanos catalanes ratifiquen textos que puedan modificar el Estatuto vigente que tendría que complementarse con otro a escala estatal en el que se sometería a ratificación popular lo aprobado en su caso en Cataluña. De nuevo estoy en desacuerdo, otra vez la marcha atrás, dando preponderancia a lo que manifieste una parte de la ciudadanía española.
Los errores garrafales de la UE en el caso de la inmigración concediendo visados a Turquía y permitiendo que millones de refugiados entren en Europa, es un error que no debería causar el Brexit.
La no aplicación de la ley en toda su extensión y la permisibilidad que ello lleva consigo es lo que ha determinado el estado actual y no el "problema catalán" que de la misma manera que el reintegro al Reino Unido, se ha solucionado hasta ahora abriendo el grifo de los caudales públicos. Por supuesto que habría que reformar la toma de cisiones en la UE y limitar hasta donde llega su "soberanía", como en el caso de España las competencias de las Comunidades Autónomas, pero siempre teniendo en cuenta el interés general, por lo que creo que Brexit no triunfará y desde luego catexit no sucederá.