Demasiado pronto para irse. Nos ha dejado a los 65 años, víctima de una crisis cardíaca, como consecuencia de la hepatitis C que padecía, la gran cantante de Jazz, por supuesto de raza negra, Natalie Cole.
Tuvo lugar el pasado 31 de Diciembre, en la ciudad norteamericana de Los Ángeles, en el “hospital” Cedar Sinaí. ¿Quién no recuerda a su extraordinario padre, el enorme “Nat King Cole?, quien cantara aquello de “Perfidia”, “Ansiedad”, “Capullito de alhelí” y…, ¡tantas!...Entrañable.
Natalie nos ha dejado un buen “legado musical”. Marcó una época, ¡me marcó una época!, la de los años 70 ( los mejores ) y parte de los 80; aunque ella seguía cantando. Pasados varios años de la muerte de su padre, y gracias a la tecnología, se grabó un disco, y en una de sus canciones, “Unforgettable”, los dos cantan juntos. Una maravilla. Canción preciosa que aun se sigue cantando. Sus “negras voces” se fusionaron de tal modo, haciendo las delicias de los que nos gusta este tipo de música y estos cantantes. Iban alternando sus voces, haciendo una bella conjunción, inconfundibles y transmisoras de tiernos sentimientos. También hicieron un montaje en vídeo.
Digo que me marcó una época, pues corría los años 75, 76, 77, 78…, y yo no paraba de escuchar sus canciones, junto a la también grande Aretha Franklin ( ésta vive aún; fue quien interpretó el “himno americano” cuando Obama fue investido “Presidente de los E.E.U.U.”); también me encantaba escuchar a Roberta Flack, Shirley Bassey (de raza negra también), a las que se les escucha de vez en cuando. Me colocaba el radio – cassette en mi coche, y ponía una y otra vez sus temas, mientras conducía y yo las iba tarareando. Hace poco, hablaba de Natalie en uno de mis artículos, enviados a este periódico. Cuando actuó en Ceuta, en el “21 Festival de Jazz”, el pasado 14 de Noviembre 2.015, la bella y entrañable cantante de color “AverySunshine”, norteamericana de Pennsylvania, de treinta y no muchos años, yo le pedí que interpretara algún tema de Natalie Cole. Por supuesto, comenzó interpretando a la gran “aretha”. Cuando escuchó mi petición dijo: “O.K.”!, e interpretó algo de la cantante fallecida. Gracias Avery!.
Natalie Cole. Mujer bellísima, por fuera y por dentro. Guapa, como tan atractivo era su padre ( los padres, suelen ser un gran referente en nuestras vidas. Quizás el mío habría disfrutado muchísimo conmigo en los conciertos. Le encantaba la música, pero a los 49 años…, hace ya 43 años…, nos dejó. Tengo un buen “legado” suyo: el sentido del humor. Este artículo, también se lo dedico a él). A Natalie hace tiempo que no la escuchaba ni veía por T.V. Pero ella seguía cantando. Como ya he dicho, sus canciones me acompañaban en momentos de enorme soledad: su voz, su dulzura, esa manera de interpretar… Jazz…
“Una mujer negra canta Jazz. Una mujer negra canta, sentimental… Una mujer especual”…
“El Jazz está de Luto”. Vendrán otras cantantes nueva, más jóvenes, y los temas de Natalie interpretará. Son voces que no se deben olvidar. Son muchas las mujeres de este noble color de piel que nos han dejado, a algunas de las cuales he tenido la oportunidad de ver actuar en directo: Ella Fitzgerald ( seguía cantando en una silla de ruedas, medio ciega y con las piernas cortadas como consecuencia de la diabetes), Etta James, fabulosa voz, Nina Simone, la gran Billie Holiday (“la reina del Blues”), Sarah Vaughan, apodada “La Divina”, gran señora del Jazz, Carmen Macrae, una de mis preferidas… Y tantas otras…
Tenía yo 23, 24, 25, 26…años, y disfrutaba con la música de Natalie Cole. Pero no la disfrutaba sola. A veces me acompañaba, mi querida Merche, prima- hermana de mi misma edad, a la que también le encantaba la hija de Nat King Cole. Eran tiempos de entusiasmo, ilusiones, ganas de vivir, disfrutar, cantar, salir, entrar, bailar…Época de “transición política”, de Libertad. Y esa discoteca “La Cueva”, tan emblemática, donde todos, tan jóvenes, no parábamos ni un momento. Gloria Gaynor, Donna Hithower y las cantantes ya citadas, con cuyas Música, disfrutábamos tanto. Gracias al entonces Senador Serafín Becerra Lago, aquellas horas en su discoteca se nos hacían interminables. Y sonaba, ¡cómo no, Natalie Cole!.
Yo sigo aquí, con mi música a cuestas. “¡Yo soy la música!”. Mi querida Merche, ¡era también la música!. Pero como ya dije en otro artículo mío dedicado a mi prima, ella ya ni siente, ni padece, no se da cuenta de cómo “involuciona” el mundo ( casi mejor para ella),; no sabe de terrorismo, ni de maldad ( ¡ qué gran suerte!); no aprecia la belleza que le rodea…El maldito “Alzheimer” la traicionó con tan sólo 51 años. Quizás “en su particular mundo”, sienta, escuche música y pueda sentir a su recordada Natalie Cole y otras.
Merche, ¡¡guapa!!, ¡¡ va por ti y por los buenos y maravillosos años pasados juntas!!. No te olvido… Belleza física y espiritual. ¡Que allá donde “ te encuentres” la música siempre te acompañe. ¡ Por Natalie Cole, el Jazz, el Soul, el Blues.., la Música!. En definitiva, la Vida…
- NATALIE