Terminó la campaña. O mejor dicho, la dejamos en el congelador a expensas de que alguna de las últimas negociaciones termine de dar forma al gobierno que, de manera definitiva, llevará las riendas de este país en los próximos años.
Algunos partidos, en cambio, optan por mantener una permanente campaña en redes sociales que, a mi juicio, no solo es una equivocación sino que representa todo un batacazo a lo que se esperaba de dicha formación. Les hablo del PP. No creo que se puede ser tan torpe con la campaña de comunicación que han decidido llevar a cabo. Ellos deciden, ellos apuestan... pero el impacto, les aseguro, no es ni de lejos el que pudieran pretender.
A la metedura de pata de Vivas, las escaleritas, la travesía ‘cual borregos’ y las críticas indignadas que callaban el motivo se suma, ahora, la campaña que han decidido poner en marcha con el asunto de la radioterapia.
Tras el anuncio por sorpresa efectuado esta misma semana, con ‘deslealtad’ incluida, nos desayunamos con los montajes que el PP está incluyendo en el perfil de facebook de su partido.Tenemos uno en el que aparece Vivas y Cucurull sonrientes bajo el lema “un gobierno en beneficio de todos, apostamos por implantar la unidad de radioterapia en Ceuta. PP”. A estas alturas me pregunto si Adela Nieto sigue siendo pepera. O, si por el contrario, aun siéndolo, su partido la quiere bien poco, porque no hace ni quince días que la consejera mantenía el criterio que, hasta la saciedad, repetía su partido: no es rentable.
Podemos entender que las tornas han cambiado, que de la noche a la mañana se ha visto la luz al final del túnel, que las gestiones han fructificado sin que nadie se lo esperara... hasta ahí podemos incluso mentalizarnos de que la casualidad cabe también en nuestro mundo... pero supone un error de libro que se pretenda sacar pecho de una propuesta que ni tan siquiera es real y que no era ni esperada por un partido que siempre presentaba el NO como respuesta a todas las peticiones.
Me dirán que cada partido es libre de usar su facebook como le plazca. Allá cada uno como lleva las riendas de su casa. Pero no es este precisamente el mejor momento para sacar pecho en torno a determinados asuntos en los que la política no cabe, en los que se dice mucho más de lo que se aclara y en los que montajes como el cuelgan desde la sede de Ainara son demasiado inoportunos y suficientemente torpes como para estar orgullosos de ello. En fin. Cada uno.