Llevamos muchos meses hablando de operadores interesados en instalarse en Ceuta para la reanudación de los vuelos entre Ceuta y Algeciras y entre Ceuta y el aeropuerto de Málaga.
Meses, donde tanto el presidente de la Ciudad Autónoma como el delegado del Gobierno, mantienen que les han pedido confidencialidad porque no se quiere que la operación se pueda frustrar, como ya ha sucedido con otras experiencias de fuera de nuestra ciudad, que al final vinieron y resultaron ser una estafa aérea en toda regla, porque, en el fondo, lo único que deseaban era sangrar a los caballas e irse con los bolsillos llenos hasta donde pudieran. Vamos camino de los dos años, aproximadamente, sin que tengamos la conexión aérea con la península.
Lo que sabemos por el momento, tal y como hemos publicado, es que hay empresarios ceutíes interesados en instalar esta línea de helicópteros y no parece, por supuesto, viendo las medidas que se están adoptando por parte del Gobierno ceutí, que la posibilidad de un comercializador que aproveche la oferta que hizo en los últimos meses Inaer vaya a resultar aceptada. Todo apunta a una inversión directa por parte de empresarios que han decidido tirar hacia adelante con todas las consecuencias.
En el pleno de la próxima semana se aprobará una modificación del IPSI, de manera que el tipo del 10% que gravaba la compra de helicópteros, para entendernos todos, se rebajará hasta el 0,5%, lo que supone, desde luego, para la empresa que decida dar este paso un ahorro importante en los gastos y, por supuesto, una colaboración por parte de la Administración, como no podía ser de otra manera. Es una decisión plausible por intentar, por todos los medios, recuperar un enlace aéreo, que aunque no garantiza por supuesto los desplazamientos masivos, si que cumple un cometido donde todos los ceutíes siempre se han sentido arropados.
Pero también es importante que una empresa ceutí asuma este riesgo, porque, al menos, después de las últimas experiencias frustrantes que hemos padecido, ya sabemos, desde luego, que no vendrán a explotar sin ningún sentimiento, sino a dar un servicio que todos necesitamos.