El pacto firmado entre PSOE y C's está abocado al fracaso si todo transcurre con normalidad política. Sólo el apoyo de los anticonstitucionalistas haría posible un próximo gobierno con Pedro Sánchez de presidente e imagino que los de C's no quieren verse como aliados de estos.
Existen diez puntos claves que evidencian el previsible fracaso de Sánchez en su intento de formar gobierno. El primero, y más evidente, es que se ha saltado las decisiones adoptadas por su propio Comité Federal.
Segundo, todavía sigue esperando el apoyo de aquellos que defienden la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, y además parece que ya lo ha acordado. Y esto es algo que tampoco va a gustar mucho a los de C's.
Tercero, es su escasa talla política, quiere implicar a sus militantes en un proyecto, más bien farsa, de investidura, para así evitar responsabilidades y diluir culpas. Toda una falta de liderazgo.
Cuarto, sigue manteniendo un juego de sillones, de cesiones a radicales y separatistas, y de promesas imposibles, que únicamente conduce a mantener la actual situación de bloqueo institucional ¿Por qué no deja gobernar al más votado?
Quinto, PSOE y Ciudadanos están engañando a los españoles al pactar una reforma de la Constitución que saben que no van a poder llevar a cabo. No le dan los números ni en el Congreso, ni en el Senado.
Sexto, con 90 más 40 diputados es imposible aprobar, no una reforma de la Constitución, sino cualquier otra ley. Y, si se aprobase en el Congreso, se encontrarían de frente con la mayoría del PP en el Senado. Se verían obligados a gobernar fundamentándose en decretos ley.
Séptimo, a Sánchez y a Rivera no les dan las cuentas, por eso cuentan cuentos para que todos los españoles sigamos perdiendo el tiempo. El líder socialista ha entregado un cheque en blanco al líder de C ́s a cambio de su supervivencia política. Pedro Sánchez y Rivera han traicionado a sus votantes y a los militantes del partido para no verse obligados a abandonar la política o a parecer grandes derrotados.
Octavo, todo sigue un guión de fantasía enrevesada, fruto del interés personal de Rivera y la necesidad de salvarse a sí mismo de Sánchez, ante la grave crisis de liderazgo que vive en su partido. Los votantes de C's no votaron ni a Sánchez ni a Rajoy, pero sí se comprometieron a dejar gobernar al más votado.
Noveno, el PP está esperando el fracaso de este acuerdo, para presentar a su candidato a la investidura y reivindicar, una vez más, un acuerdo de amplia base constitucionalista ¿Por qué iban a abstenerse o votar a favor de una investidura de Sánchez?
Décimo, el PP ha jugado a dejar la pelota en el tejado del PSOE. De tal forma que si el PSOE prosigue bloqueando y finalmente se celebran nuevas elecciones, el único responsable será Sánchez. Pedro Sánchez ha caído en la trampa de su propia ambición política.