Esta es una pregunta casi filosófica, que además se presta a numerosas especulaciones mentales. Evidentemente, para poder responder adecuadamente deberíamos plantearnos previamente a qué nivel geográfico y sobre qué tipo de materias. Aunque casi siempre todo acaba en la Economía. ¿O es que alguien duda de que los cambios en la historia de la humanidad han estado condicionados por la situación económica?
Esto ya lo dijeron Carlos Marx y Federico Engels, y lo dejaron escrito en sus manuales de materialismo histórico.
Un ejemplo. Desde que la España política pasó a la situación jurídica de “en funciones”, los grandes poderes económicos empezaron a alertarnos sobre los peligros extremos de un gobierno en el que estuvieran presentes los “radicales” de Podemos. No ha dejado de haber un solo día en el que no nos hayan bombardeado con noticias alarmantes sobre la crisis económica, la inestabilidad de los mercados, el déficit público, la imposibilidad de incrementar el gasto público. Uno de los diarios que más beligerancia ha mostrado contra Podemos ha sido El País, en su papel de vocero de la derecha económica neoliberal más recalcitrante. Y uno de los políticos que más veneno ha destilado por su boca ha sido Felipe González. Parece que ya casi han conseguido su objetivo. Pedro Sánchez, si gobierna, lo hará en minoría, junto a Ciudadanos, la marca blanca del Partido Popular. En pocos meses habrá nuevas elecciones y acabarán con él (los mismos suyos), como quieren los “históricos” y, de paso, con Podemos. Evidentemente, la culpa es de Pablo Iglesias. Ahora, por consultar a sus bases. Antes por ser un dictador y no consultar sus decisiones.
Otro ejemplo. En 2011. S. Vitali, J.B. Glattfelder y S. Battiston, publicaron un artículo en el que expusieron los resultados de una investigación realizada en la Universidad Politécnica de Zúrich, sobre la relación entre los propietarios de las mayores empresas del mundo. Se examinaron las 43.060 mayores empresas multinacionales y se estudiaron cadenas de participaciones en capital. Los resultados, con datos de 2007, mostraron que 737 accionistas (el 0,123% del total), controlaban el 80% del valor de estas compañías multinacionales. Y de estos, 146 accionistas, controlaban el 40% del valor total de dichas empresas, la mayoría de ellos relacionados entre sí. Con una metodología similar y datos de 2012, la Dra. Reyes Herrero de la Universidad Complutense de Madrid, ha publicado la lista de los 10 inversores mayores del mundo y el número de empresas participadas. Entre otros, aparecen BlackRock (8.241 empresas participadas), Deutsche Bank (5.286 participadas), Credit Suisse (3.400 empresas participadas), JP Morgan Chase & Co. (5.084 empresas participadas),….y así hasta 10. Téngase en cuenta que muchos de estos accionistas están en empresas del IBEX 35 español, y que Blackrock es el comprador de viviendas públicas en Madrid a bajo precio.
Más ejemplos. El 80% del comercio y el 60% de la producción mundial, corresponden en la actualidad a las cadenas de suministro de compañías multinacionales, según un reciente informe de la Confederación Sindical Internacional (CSI). Lo que se muestra en dicho informe es que 50 de las mayores compañías mundiales tienen una relación directa de empleo con apenas el 6% de las personas que trabajan en sus cadenas de suministro, pues el 94% restante, con empleos inseguros y muchas veces peligrosos, cobrando salarios de miseria y realizando largas jornadas laborales, forman parte de la mano de obra oculta de la producción mundial.
Y lo más reciente. Como nos informa Susana Ruiz, de Oxfam Intermón, la empresa Mossak Fonseca, responsable de la filtración de los denominados “Papeles de Panamá”, llegó a un nivel de demanda de creación de una empresa fantasma cada 10 minutos. Esto corrobora el hecho de que en los últimos 15 años la inversión hacia paraísos fiscales se haya multiplicado por 4. Desde España, la inversión a estos paraísos se disparó un 2.000% en el último año, destinándose 64 veces más inversión en las Islas Caimán que en Alemania. La consecuencia de esta barbaridad es clara: las 62 personas más ricas del mundo concentran una fortuna superior a la de 3.600 millones de personas en el planeta.
No sé si se tienen que dar más datos para saber quién controla el mundo y para convencernos de que el cambio político y económico a nivel internacional es urgente. Lo que está claro es que los de la vieja casta política están invalidados para emprender cualquier proyecto, que no sea el de mantenerse en su “poltrona” y seguir beneficiando a los que los pusieron en ella. Los mismos que siguen controlando el mundo.