La gran mayoría de los que lean este artículo , al encontrarse con el sonido de las palabras “Chi” y “Kung”, es muy probable que les venga a la mente, bien algo relacionado con las artes marciales orientales o, bien, alguna idea relacionada con el mundo y cultura oriental.
Realmente, en parte, los estereotipos sobre los que nuestra mente está fundamentada, nos han llevado, en este caso, a la cultura oriental, fundamentalmente representada, por razones cuantitativas obvias y de actualidad a China.
En cierto modo ya conocemos algo sobre el “Chi Kung” , que su origen está en China, pero también ignoramos mucho sobre lo que es , o para que nos puede servir, a nosotros hoy eso del Chi Kung.
Bien, en primer lugar es recomendable saber que cuando en algún lugar encontremos escrito Chi Kung, ello es lo mismo que si encontramos escrito Qi Gong, ambas expresiones aluden a lo mismo, y significan lo mismo.
La expresión Qi Gong se generalizó en 1953 para designar el conjunto de técnicas energéticas que trabajan sobre el cuerpo, la respiración y el espíritu, extraídas todas ellas de la medicina tradicional (MTC) y de las artes marciales Chinas.
Podemos expresar que el qigong abarca una serie de técnicas bioenergéticas chinas enfocadas al trabajo y desarrollo de los diferentes planos del ser humano.
Qi, significa energía, Gong, significa trabajo, por lo que la traducción literal sería: “el trabajo de la energía”.
Si acudimos a la federación Española de Educación Física y Modalidades Asociadas, por esta institución se nos dirá que “el Chi Kung es una gimnasia energética practicada en China, durante miles de años, para controlar, dominar, dirigir, y canalizar, toda la energía vital, y conseguir resultados positivos para cuerpo y espíritu.
Como ejercicio físico y terapéutico, sirve para mantener, mejorar o recuperar el bienestar. Combina meditación, respiración y movimiento, para aumentar el “Chi” o energía vital.
Son movimientos, o conjunto de posiciones que realizamos a cámara lenta, con concentración, agilidad, sincronización, para controlar la energía vital, que se va a manifestar a través de la respiración, y de las posiciones estáticas y dinámicas.
Con la practica del Chi Kung , se relajan tensiones de la mente y el cuerpo, se restablecen las zonas desequilibradas o alteradas, ayuda ante el estrés, la ansiedad, y la depresión, … se consigue sensación de bienestar interior, relajación, control, atención, resistencia, equilibrio, y aumenta la paz interior”.
Por otro lado según informaba la revista internacional de Acupuntura en su número de junio de 2013, exponía que “una reciente revisión sistemática llevada a cabo por Lee et al refleja como el Qigong es útil en el dolor, y es que los últimos años, la evidencia médica muestra como la práctica de Qigong alivia el dolor crónico cervical y lumbar, además de tener efectos beneficiosos sobre los sistemas cardiovascular, respiratorio, muscular, hormonal, sobre los síntomas de ansiedad y la calidad de sueño y mejoras psicológicas, como ya hemos mencionado, también queda demostrado en la bibliografía que el Qigong aumenta la resistencia muscular y es útil en la prevención de perdida ósea en mujeres de mediana edad”.
Por otro lado y dada la altura de quien firma el artículo merece la pena recordar algunas de las ideas expuestas por Mario Vargas Llosa en el artículo que titulado “elogio del qi gong” publicó el periódico el País el 24 de agosto de 2014, en donde, entre otras cosas decía lo siguiente:
“…me basta saber que es una práctica china milenaria, … tiene íntimamente que ver con el sosiego individual y, como proyección máxima, con la civilización y la paz.
Hay que tener mucha paciencia y confianza al principio para dejarse seducir por esos movimientos tan lentos y espaciados que, al novato, no le parecen de entrada más que una forma distinta de respirar a la que está acostumbrado. …pero esa infinita lentitud con la que uno mueve los brazos y las piernas, el torso y la cabeza y va pasando de una a otra de las posturas del qi gong es precisamente una de las técnicas de que este arte se vale para conseguir que el practicante vaya eliminando esas tensiones instintivas y efervescentes que son la raíz de las violencias humanas. Se trata, como en cualquier otro empeño creativo, de buscar la perfección. … y también que, para acercarse a él y tratar de conseguirlo, la concentración mental es tan importante como la destreza física.
…una sesión de qi gong está al alcance de todas las edades y todas las condiciones físicas. Al terminar se siente una extraordinaria placidez física y mental, como si el maltratado cuerpo nos agradeciera haberle dedicado, en ese breve espacio de tiempo, tanta atención, tanto cariño respetuoso. No conozco mejor remedio para el mal humor o la desmoralización, los nervios rotos o los arrebatos de furia, esos estados de ánimo en los que la vida parece no tener sentido ni justificación.
De una sesión de qi gong salimos tranquilos, mejor dispuestos, más equilibrados para enfrentar lo que venga, y, también, mas consciente de que la vida , pese a lo que hay en ella de incomprensible y doloroso , es la más hermosa aventura.
A mí me ha convencido. Al extremo de que me atrevo a soñar que si los miles de millones de bípedos de este planeta dedicaran cada mañana media hora a hacer qi gong habría acaso menos guerras, miseria y sufrimientos y colectividades más sensibles a la razón que a la pasión”.
Pues bien este arte milenario de origen chino, finalmente ha llegado a nuestra ciudad, y en el “Centro Doblal 2”, ahora podemos tener la oportunidad de conocerlo y de practicarlo, y, al igual que millones de personas, disfrutar de los numerosos beneficios que de su dedicación se pueden obtener, en el bien entendido de los casos que siempre dependerá de nuestra sincera implicación y constancia, así como de los objetivos y metas que nos hayamos propuesto.