Nos podemos llenar la boca con mensajes preñados de alusiones a la convivencia y al destierro de equívocos... que si luego somos tan torpes de empeñarnos en tener un muro como compañero para pegarnos y pegarnos contra él, seremos incapaces de avanzar. En Ceuta no hay nada peor que la adopción de conclusiones equivocadas que, de tanto repetirse, terminan convirtiéndose en una de esas verdades de márketing. Sucede con los MENA. Nos meten por los ojos esa vinculación entre menor extranjero no acompañado y delincuencia, hasta el punto de que terminamos encuadrando dentro de ese concepto todos los sucesos en los que hay implicado un menor. Da igual que presentemos estadísticas, que contemos cuál es la realidad, que si el empeño es ofrecer una visión sesgada conseguiremos hacer que toda la ciudadanía, en plan secta, la crea.
Lo realmente grave es que las instituciones están favoreciendo que los ceutíes tengamos una visión equivocada de los MENA. La Policía Nacional se encargó de enviar notas de prensa en las que marcaba al menor delincuente siempre que éste era MENA, pero en cambio no lo hacía cuando el menor detenido e implicado en los delitos era un caballa de pura cepa. Ahora parece que la Policía Local le sigue el juego y nos informa de la detención de un menor recalcando que reside en ‘La Esperanza’, por si acaso no nos quedara claro. Es tan grave la criminalización que los grandes poderes pueden hacer de los colectivos que no nos damos cuenta -o no queremos- de las consecuencias que tiene este tipo de ‘marcas’ que nada aportan y a nada conducen, salvo a generar una conciencia, a extenderla para llevar a generalizaciones y equívocos que nada bueno pueden traer a esta ciudad.
El Área de Menores hace un trabajo desconocido y nunca socialmente reconocido que termina deteriorándose con actitudes de este tipo, con mensajes cargados de un sentir que no casa con la realidad. ¿Ganamos algo con este tipo de mensajes?, ¿cómo una ciudad como Ceuta es incapaz de avanzar en este campo?, ¿acaso seremos unos insensatos a los que gusta de estrellarnos en nuestras mentiras?, ¿llegará el momento en el que se deje de jugar a la discriminación y a los sesgos?