Las tragedias que ¿se olvidan?

Tragedia que ya conocemos, pero que parece que tendemos a olvidar. Sí han pasado años. Más de seis. Pero algunos recordamos como si fuera ayer aquella avalancha en la escalera de la muerte, avalancha provocada dentro de un caos que era conocido y permitido. Dos mujeres fallecieron, ni hubo responsables judiciales ni penas que cumplir. Tampoco responsabilidades. Aquella etapa se olvidó, al menos para unos pocos. Y hoy volvemos a tener escenas igual de trágicas, con mujeres de avanzada edad deformadas por bultos a sus espaldas, que se ven obligadas a dormir en la rotonda o en la playa, a las que se les extorsiona y explota, a las que se amedranta, a las que se obliga a ejercer un negocio repudiado por cualquier persona que tenga corazón.
Eso pasa a los ojos de todos, queda reflejado en fotografías que llevamos a portada. Pero no pasa nada. Los políticos se sientan a debatir y hablan de todo pero saben de nada. Vivas ni siquiera ve las portadas, se las cuentan, así que sus asesores de medio pelo se las maquillan y el todopoderoso presidente sigue viviendo en su nube que se reduce a pedir el voto mientras se lo pasa pipa en la Mochila del Sarao.
Ceuta se convierte en una ratonera para miles de personas que se ven obligadas a pernoctar con sus bultos mientras las fuerzas de seguridad se ven desbordadas y el Tarajal se convierte en el centro del caos. La obra del ‘Tarajal II’ lleva meses esperando su apertura. Ahora dicen que tendrá lugar en 2016, veremos. ¿Cuántas veces se informó de su inauguración?, ¿cuando realmente esté operativa será la solución a todos los problemas?
Los hechos, de momento, nos ayudan a dibujar un panorama vergonzoso e indecente, inmoral a todas luces sobre el que no se adoptan medidas de peso. ¿Cuántas reuniones ha habido en Delegación del Gobierno para abordar este asunto?, ¿y en la Ciudad?, ¿cuántas veces se ha abordado en pleno? Gestiones y nulos resultados. Y mientras la tragedia asoma por la frontera. De nuevo.