Como es sabido, se han convocado las elecciones generales para el día 20 de diciembre próximo. Estamos, pues, en plena precampaña electoral, y por tanto ya empiezan a surgir propuestas de los partidos políticos, y, con ellas, peregrinas ideas que afectan a Ceuta., al igual que sucede con la hermana Melilla.
En alguna colaboración anterior eludí a la obsesión del líder socialista. Pedro Sánchez, por convertir a España en un estado federal, recortarla en pedazos, rompiendo su actual unidad, y coserla después con aguja e hilo. Supongo que cada trozo sería un estado, y que ese estado tendría la posibilidad de autodeterminarse, es decir, el famoso “derecho a decidir” por el que tanto claman los independentistas catalanes.
Tal propuesta de federalismo se basa, esencialmente, en un intento de aplacar por treinta o cuarenta años –según dicen—las peligrosas ansias de separarse de España que ahora lidera, por lo visto, la CUP, en detrimento del ex-moderado Artur Más, unas ansías que no son más que el mayor reto a la indisoluble unidad de la Patria y un ejemplo palmario de insolidaridad, pues parte de aquel falso slogan de “Espanya ens roba” (España nos roba) derivado del hecho de que una parte de cuanto allí se recauda por el Estado irá después destinada a ayudar a otras regiones menos pudientes, Lo que en la Constitución, se llama solidaridad. Olvidan, sin embargo, las cuantiosas inversiones estatales en Cataluña, y las elevadas aportaciones que recibe la Genaralidad para que pueda, entre otras cosas, pagar las nóminas de sus funcionarios y los medicamentos a las farmacias, como, al menos, se ha hecho, al menos hasta ahora.
Un problema en el que, al parecer, no ha pensado Pedro Sánchez, es el de la reacción de las demás Comunidades Autónomas (quizás convertidas ya en estados o estaditos) que comenzarían a solicitar todo lo que se ofrezca a Cataluña, El tiempo nos ha dado ya ejemplos constantes de ello. Por nuestra parte, además, me pregunto una vez mas ¿cómo quedaríamos Ceuta y Melilla en esa España federal ¿Seríamos meros territorios, como los que existen en algunos Estados federales? Sigo pensando que lo que deseamos los habitantes de estas ciudades es seguir formando parte de una España unida, como ahora, y no de una España troceada y mal recompuesta, cuya estructura política federal ofrecería mayor debilidad interna y externa.
Pero el PSOE sigue exhibiendo otras ideas, entre ellas la de retirar las concertinas de las vallas fronterizas de España con Marruecos en ambas ciudades, y suprimir el rechazo en frontera recientemente incorporado al ordenamiento jurídico nacional. Olvidan, al parecer, que las citadas concertinas fueron idea del anterior gobierno socialista, el presidido por Zapatero, y que comenzaron a instalarse siendo Rubalcaba Ministro del Interior. Esta sugerencia ha sido ya calificada de “peligrosa” por el Delegado del Gobierno y por el Presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, quienes saben bastante del tema. Las concertinas, como se dijo entonces, no son más que un elemento disuasorio, y con ellas no se cortan más que los que, arrostrando ese peligro, quieren entrar ilegalmente en España por ese camino. El CETI ceutí está lleno de inmigrantes que –salvo muy contadas excepciones- no pasaron precisamente por ahí.
De todas formas, ya hay quienes han superado todo lo anterior. “Podemos” ha propuesto nada menos que el derribo total de esas vallas, y supongo que también lo del “papeles para todos” que tanto enardece a un reducido sector de españoles, Eso sería regresar a tiempos anteriores, en los que, allá por los años 80 del pasado siglo, el gobierno de Felipe González puso en práctica unas ideas que supusieron el bajón electoral del PSOE en Ceuta, contra el que todavía está luchando dicho partido.
Todavía nos queda mucho que oír y ver, porque lo que se pretende es redactar una Constitución adaptada a una sola ideología derogando la actual, fruto de un ejemplar consenso que admiró y aplaudió todo el mundo. Tengamos, pues, paciencia, y procuremos no alterarnos.