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El hecho diferencial de Cataluña

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Comienzo por decir que no soy historiador sino un gran aficionado a la Historia y llevo algunos meses dedicado a intentar encontrar  lo que se denomina el “hecho diferencial de Cataluña” que algunos políticos lo consideran tan importante que sostienen que debe ser incluido en la Constitución Española.

Los que esto manifiestan tampoco aclaran lo que para ellos significa este “hecho”, lo que dificultaría en su caso la inclusión del mismo en la CE. La unidad de España algunos la identifican con la de una familia en la que se tienen varios hijos en los que unos pueden ser rubios otros morenos, alguno simpático, algún otro más inteligente pero todos pertenecen a la misma familia a pesar de sus peculiaridades específicas que no se registran en el Libro de Familia. Puede haber muchas alegorías semejantes. Y eso es así en cualquier país que se visite, incluso dentro de una misma región hay diferencias entre los habitantes de una parte a otra, ocurre en Navarra, en Andalucía e incluso en las islas Canarias, por solo citar unas cuantas y también en Cataluña. Esto se traduce en su habla, en sus tradiciones, su folclore, su música etc. que se han formado a lo largo de muchos años. Todas estas especificidades no podrían incluirse en una Constitución. ¿Por qué entonces la de Cataluña  y solamente la de Cataluña? Y sobre todo ¿Cuál es la de Cataluña que merezca tal relieve?
La invasión árabe de principios del siglo VIII hizo que los españoles se retiraran a la cordillera Cantábrica y a los Pirineos para reconquistar el país. La parte nororiental del país (Cataluña actual) siempre ha tenido mayor influencia griega, fenicia y cartaginesa, pueblos más dados al comercio que a la guerra, por lo que no resistieron la avalancha árabe que pasando los Pirineos llegó hasta el estado franco de la Septimania dependiente del reino de la Aquitania hasta ser derrotada en Poitiers (año 732) por Carlos Martell. Fueron pues los francos (Carlomagno y Ludovico Pio) los que liberaron a la actual Cataluña de los invasores  apoderándose de algunas ciudades (entre ellas Barcelona). Fue entonces  cuando se instituyó el condado de Barcelona (año 801), junto a los de Ampurias, Ausona (Vich) y Urgel, entre otros, como feudos del ducado de Septimania, siendo los condes de Barcelona nombrados por el monarca franco hasta ya entrado el siglo XIII. La falta de ayuda a Ludovico Pio en la guerra contra los musulmanes  por parte de los moradores de ese territorio hizo que este creara una clase de esclavos “los payeses de remensa” liberados en 1476 por el rey Fernando II de Aragón. Ludovico Pio siempre consideró esa parte del territorio como “una parte de España” sin mencionar nunca a Cataluña.  Los habitantes del condado de Barcelona  eran españoles pero los condes eran extranjeros nombrados por los francos (Bera, Bernardo, Berenguer, Udalrico, Wifredo y Salomón). Llegamos así al año 874, origen según algunos del denominado “hecho diferencial”. El Conde de Barcelona, Salomón  es asesinado por los seguidores de Wifredo el Velloso, al que según unos Carlos el Calvo rey de Aquitania concede la independencia del condado de Barcelona, otros señalan que fue Wifredo el que se alzó y Carlos el Calvo se avino y los más  optan porque a Wifredo se le reconoció la sucesión familiar pero no la independencia, al no haber mediado con los francos lucha alguna. Los condes siguieron siendo extranjeros. La legislación española regía junto a la franca en el condado incluso después de formado el reino de Aragón en 1137. Verdaderamente ¿esto puede ser un “hecho diferencial”? Los francos dominaron el conjunto de condados del nordeste de España bajo el nombre de la “Marca Hispánica”  hasta la pérdida por los francos de estos condados al integrarse estos en la Corona de Aragón en 1137 mediante el casamiento de Ramón Berenguer IV con la Reina De Aragón , Petronila que solo tenía dos años. Hasta hacerse efectivo el matrimonio en 1050 Ramón Berenguer fue aceptado como Príncipe de Aragón y Conde de Barcelona, de ahí el posterior uso del Principado referido a los condados barceloneses. Los sucesores de éste siguieron la lista de los reyes de Aragón (Alfonso II de Aragón), no la de los Condes de Barcelona. El Condado de Barcelona nunca fue una nación, no existía un pueblo independiente sino una parte de España dominada por condes extranjeros .Pero ya tanto Castilla como Aragón tenían un superior” Hecho diferencial” si es que por esta línea pudiera concretarse el “Hecho”al ser verdaderos reinos. Ese desgaje de Cataluña desde el 713 hasta su unión a Aragón en 1137 es paralelo al que sufrió Granada desde el 711 hasta la expulsión de los musulmanes en 1492.El Condado no era nación, Cataluña no existía, de los catalanes no se hacía mención, ¿dónde está el hecho diferencial? El condado de Barcelona no constituía  nacionalidad propia sino ocupación de comarcas españolas por el feudalismo francés. Posteriormente Aragón se unió a Castilla, el Condado de Barcelona  no existió como nación.
 La resistencia de los privilegiados  a perder sus posiciones ha sido hasta hoy una constante en Cataluña. El no reconocimiento tras el Compromiso de Caspe (1412)  de Fernando de Antequera tras la muerte de Martin el Humano, ni de Juan II determinaron el sometimiento catalán  a Francia lo que causó la pérdida del Rosellón.
 En 1640 el despotismo surgido del valido de Felipe IV, el Conde Duque de Olivares en toda España, prendió con más fuerza en Cataluña al considerar la pérdida de privilegios por parte de sus clases acomodadas, lo que devino en odio al resto de españoles, posible origen de los problemas actuales y la demanda de protección al rey francés Luis XIII ejerciendo la soberanía en Cataluña hasta comprobar que la tiranía de este monarca era superior a la anterior española. De nuevo pérdida de territorios en la Paz de los Pirineos (1659)  por parte de España.
Las ambiciones de la nobleza catalana en defensa de fueros medievales la llevaron a apoyar en la guerra se sucesión al trono de España en 1714 al pretendiente austriaco  (Carlos III) en contra del  pretendiente francés Felipe V. Vencedor  Felipe V promulgó el Decreto de Nueva Planta suprimiendo  dichos fueros. La diada del 11 de Septiembre de 1714 es un episodio más de dicha guerra  de sucesión a  un trono español en el que Rafael Casanova, Consejero Primero, solicitaba la ayuda de todos los mayores de 14 años para la defensa del  Rey (de España) y de La Patria (España), siendo herido en una pierna, amnistiado continuó ejerciendo su profesión de Abogado hasta 1737, muriendo en 1743. La “diada” que algunos  celebran ahora no es entendible desde el punto de vista histórico como reivindicación alguna catalana. Simplemente los separatistas lo convierten en farsa.
Incluso después de la desaparición en Europa del Antiguo Régimen por el que era el rey  el garante de la nación en vez de serlo el pueblo soberano  y que originó en España la Constitución de 1812, la atrabiliaria burguesía catalana apoyó en la segunda guerra civil carlista al pretendiente (Carlos VII) al firmar en 1875 un decreto por el que se resucitaban los fueros del Condado de Barcelona, papel mojado pero que posiblemente ha servido también para utilizar el catalanismo político surgido de los postulados más reaccionarios y regresivos.
El 14 de Abril de 1931 advenimiento de la II República, Francesc Maciá, proclama la “República Federada Catalana dentro de la República Española”. Esta república en su Constitución solamente reconocería en su organización nacional el Estado integrado por Municipios mancomunados en provincias y regiones que se constituyen en régimen de autonomía. Se pacta que el gobierno regional de Cataluña se le denomine Generalidad.
El episodio de la proclamación del Estado Catalán  por parte del Presidente de la Generalidad  Companys durante la II República el  6 de Octubre de 1934 se saldó con 46 muertos, centenares de heridos y miles de presos, finalizando la sublevación al día siguiente gracias a  las tropas enviadas por el Gobierno de la República.
La historia actual por conocida dejo de glosarla. Finalmente y concretando el” hecho catalán” lo identifico con: reclamación de la burguesía catalana de privilegios medievales lo que en su tiempo tuvo como consecuencias la pérdida de territorios españoles;  dejación casi total del funcionamiento del  Estado en Cataluña, y enmudecimiento del resto de España sobre ese problema por lo que solo se oyen a los separatistas catalanes, ni a los que no lo son dentro de Cataluña ni al resto de los españoles se les oye. En resumen, es un freno para el progreso de España.

José Manuel Adán Carmona   Economista e Inspector de Finanzas del Estado 


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