Desde el próximo día 20 al 24 de enero se celebrará la Feria Internacional de Turismo, FITUR 2016. Dicha feria es un punto de encuentro mundial para los profesionales del turismo. Más de 5.000 citas pre-establecidas, unas 600 conferencias, visitas de unos 200 ministros y autoridades de distintos países y la presencia de casi 7.500 periodistas dan cuenta de la importancia del evento. Sin lugar a dudas es uno de los escaparates más importantes del sector turístico, que representa más del 10% del PIB en muchos países y es una importante fuente de riqueza y de creación de empleo.
Sin embargo, pensar que por tener un stand en dicha feria ya se ha cumplido con las obligaciones para promocionar un destino turístico, es un error de bulto. Construir un destino turístico es mucho más. Fundamentalmente necesita del esfuerzo y la colaboración de todos los ciudadanos. Desde que un turista visita el lugar, hasta que se va, pero también desde antes de que llegue y después de que se haya marchado, la labor de las autoridades públicas, las empresas y las organizaciones sociales es fundamental. Las localidades que han sabido diseñar planes para formar y consolidar destinos turísticos son los que han triunfado. Ceuta no puede ser menos en esta labor.
Días atrás se presentaron los resultados de un trabajo de investigación encargado a la Universidad de Granada. En este caso se trataba de descubrir las características de los turistas marroquíes que nos visitan y conocer sus preferencias. Para sorpresa de algunos, los vecinos marroquíes que nos visitan valoran con un notable alto a Ceuta como destino turístico. También tienen unas preferencias muy similares a las de cualquier turista europeo moderno. Es lo que muchos pequeños empresarios habían detectado a través de su contacto diario con ellos, que ahora se ve corroborado por los datos estadísticos. Y sobre todo quieren tener una frontera ágil y poder comprar los fines de semana, además de que les traten con dignidad. También les interesan mucho las actividades de ocio que les podemos ofrecer o algunos servicios de los establecimientos hoteleros, como la conexión Wifi a internet. Lo anterior no es imposible de conseguir, como tampoco es extraño que lo demanden.
Evidentemente, construir Ceuta como destino turístico no es sólo atender a los visitantes marroquíes. Hay otros posibles clientes que podrían venir desde otras partes atraídos por distintas actividades. Historia, tradición, aves, fondos marinos, cercanía a Marruecos. Hay mucho por hacer y bastantes cosas que ofrecer. Pero antes que nada, debemos ponernos de acuerdo todas las partes interesadas: empresarios, agentes sociales, universidad, autoridades públicas...
Me comentaba hace poco un colega de una universidad americana que le habían aprobado un proyecto de curso en el extranjero para sus estudiantes en la Universidad de Granada. Lo que él había ofrecido era la posibilidad de venir a una universidad con campus en dos continentes y visitar alguna de las ciudades españolas en el norte de África para conocer ‘in situ’ el desarrollo de los servicios públicos, sanitarios y de otro tipo, en un lugar en el que pasan la frontera a diario unas 20.000 personas. Cuando se ultimen todos los preparativos técnicos y se obtengan las autorizaciones necesarias, dichos estudiantes nos visitarán. Estarán en nuestras aulas. Recibirán lecciones de algunos de nuestros profesores. Pasearán por nuestras calles e intentarán conocer nuestra realidad para así enriquecer sus conocimientos universitarios. De la misma forma, cada vez son más los estudiantes Erasmus que quieren venir a nuestra ciudad. Con esto lo que quiero decir es que tenemos potencial y bastante recorrido por explorar. Sólo es necesario que nos apeemos de nuestro individualismo y sectarismo habitual, y que nos pongamos a colaborar de forma leal y desinteresada por el futuro de esta ciudad. Este es el camino.