Mohamed Alí se encargaba ayer de colgar en redes sociales la mejor de las noticias, la más esperada: el MECyD tendrá que escolarizar a la veintena de niños que estaban recibiendo educación gracias a la fantástica gente de DIGMUN.
Hasta ahora se les había negado el derecho a disfrutar de la educación que no debe ser negada a ningún niño. Pero fíjense, aquí, en la Ceuta de la legalidad, en la Ceuta de los líderes políticos que se vanaglorian de hacerlo todo a la perfección y cumpliendo las obligaciones, resulta que se estaba cometiendo la mayor de las tropelías al robar a una veintena de niños su derecho a una educación. Derecho universal, por cierto. No derecho reclamado por un grupo de partidos y oenegés que buscan solo ‘malmeter’, como ya he tenido que escuchar en más de una ocasión.
Caballas ha tenido que acudir a la justicia, en concreto a la Fiscalía, para cumplirse con la ley. Y esto no ha sido fácil. Se ha tenido que demostrar que esos 20 niños estaban residiendo en Ceuta, porque la clase política con mando en plaza se había encargado de invisibilizarlos. Fíjense qué incongruencia: tenemos a DIGMUN formando y dando clase a menores que, a ojos de la administración, debían ser virtuales. Menuda farsa. Se ha tenido que demostrar con informes policiales que esos niños estaban en la ciudad. Y ha sido gracias a informes del CNP, porque dos meses después de pedirlo a la Policía Local, nada se había hecho al respecto. ¿Es lógico? Pongan los calificativos que ustedes quieran.
Así que hoy podemos felicitarnos por el pequeño paso dado para que los derechos se cumplan. Y felicitarlos porque hay gente buena, con coraje y vocación que están detrás de DIGMUN y que han logrado atender a estos niños olvidados por las instituciones. Que hechos así se sigan produciendo demuestra que todavía existen muros, que existen trabas, que hay piedras en el camino que mentes perversas interesadas en hacer el mal (que las hay) se afanan en colocar. Y frente a eso los hay que pelean porque cada vez haya menos injusticias sociales, porque personas que no pueden defenderse sean protegidas. Habrá que seguir luchando por remover conciencias, porque queda mucho por lograr y mucho por lo que pelear en una sociedad en donde respirar aire puro cada vez cuesta más.