Dejar que gobierne el PSOE parece la única solución a la incertidumbre que padece nuestro país tras las últimas elecciones generales. El sacrificio de Rajoy y del PP parece ser la única posibilidad de obtener un gobierno en nuestro país. Por supuesto nada es gratis. La condición que yo pondría a cambio del apoyo del PP sería la exigencia de ausencia de pactos del PSOE con Podemos.
La operación quedaría de la siguiente manera: en primera votación nadie saldría elegido ni Rajoy ni Sánchez, pero en segunda y con el apoyo del PP saldría Sánchez al que el PP podría controlar desde la oposición sin entrar a formar parte del gobierno. Aunque lo natural sería otro gobierno con iguales componentes, pero distintas personas en los cargos, por el bien de España, el PP podría sacrificar a Rajoy y a su gobierno. Algo parecido a lo que propuso Esperanza Aguirre en Madrid que, por cierto, no fue aceptado por el PSOE.
De todas maneras el PSOE quedaría retratado por culpa de su actual dirigente, el señor Sánchez, y quedaría como el culpable de que no gobernara el partido más votado, lo que no quedaría muy bien ante los ciudadanos. Este gobierno sería, relativamente, bien visto por Europa siempre y cuando sus políticas continuaran en la senda actualmente marcada. Ninguna locura como la derogación de la reforma laboral y otras barbaridades por el estilo, en todo caso pequeñas reformas en algunas normas y nada más, de lo contrario sería un gobierno en contra de las políticas Europeas y, por Grecia, ya sabemos las consecuencias.
Podríamos compensar este sacrificio que ahora realizaría el PP con la multitud de casos de corrupción en la que muchos de sus miembros están incursos. Y los muchos cabreados con el gobierno del PP verían satisfecho su deseo de que no gobernara el partido de la corrupción.
El PSOE entretanto se vería premiado por sus casos de corrupción (Eres, Cursos de Formación, etc. etc.), pero supongo que a la larga acabará pagando por todo ello, con su probable desaparición del panorama político español, salvo que hiciera una política que nos dejara contentos a todos, cosa que, sinceramente, dudo.
Aún así no tendríamos una debacle como la que se conseguiría si el PSOE pactara con ‘los chicos de Maduro’, que para empezar, implicaría el enfado de Europa y los problemas de financiación que conllevaría eso, así como la merma en nuestros derechos y libertades.
Desde esta tribuna pido a PSOE y PP que se pongan de acuerdo en el sentido expresado e interpreten aunque sea de forma parcial las intenciones de la mayoría de los ciudadanos que votaron en las últimas elecciones.
Si salvamos a España, habrá merecido la pena el sacrificio que tendrá que hacer el PP. La historia reconocerá el esfuerzo de aquellas personas que salvaron a España de la hecatombe iraní-venezolana.