No se puede soportar más el hedor a tanto corrupto. Corrupción que no es exclusiva de socialistas ni populares, a Podemos también le huele el armario. Pero no se trata de “y tú más”, sino de que el próximo Gobierno de España sea capaz de poner en marcha los recursos necesarios para recuperar el desfase en materia económica, de libertades y moral.
Sin lugar a dudas, desde la incertidumbre difícilmente se van a consolidar las bases necesarias para un desarrollo económico fructífero. Pese a que ahora aflora cierto empleo y crecimiento, deficitario, pero existente, todo el ámbito económico persiste en avisar de una incertidumbre política que amenaza el crecimiento y la mejora. Nadie niega, salvo los fundamentalistas, que con la economía no se juega, y un gobierno radical populista no será capaz de corregir el desfase presupuestario ¿Conoce algún lugar del mundo donde un gobierno populista haya realizado mejoras?
Fortalecer el modelo de bienestar será uno de los principales problemas a los que se enfrente el nuevo gobierno. No se trata de pequeñas acciones o brindis al Sol. Deberá resolver el modelo sanitario, de pensiones, educacional, impuestos, acceso a la vivienda... Un sinfín de problemas sempiternos con el que no se puede experimentar, y en el que cada decisión cuesta miles de millones de euros, que por ahora, no tenemos.
Ni podemos, ni debemos abandonar Europa. Nuestro crecimiento social y fortaleza económica van estrechamente ligados al de nuestros socios comunitarios. No se trata de que Europa sea el paraíso, sino de que actualmente es el mejor sitio del mundo para vivir. Por muy mal que estemos, el sistema de bienestar y libertades que rige nuestras vidas es mejor que el de la mayoría de los países del mundo, e infinitamente mejor que los modelos de Venezuela e Irán como proclama algún orate.
La seguridad nacional frente a la constante amenaza del terrorismo no puede encargarse a aquellos que ni siquiera han firmado el pacto antiyihadista. Podemos está tan fuera de la materia en estos asuntos que es un disparate poner en manos de quienes ya han demostrado, por sus asesoramientos a Venezuela, que las herramientas de seguridad nacional se pueden utilizar para controlar y reprimir a los ciudadanos disconformes, de forma violenta e intimidatoria.
Si no se logra un acuerdo de Estado entre los partidos que tienen clara la identidad de España (PP, Cs, CC y gran parte del PSOE) , el Congreso no va a ser solaz de nadie. Sobre todo, no va a serlo de los ciudadanos, mucho menos de los ciudadanos que discrepan de las ideas de estos quintacolumnistas, como ya lo vienen demostrando en aquellos lugares donde gobiernan. Hasta ahora lo único que han hecho es hacer huir el capital, quitar estatuas y nombres de calles, actuar con prepotencia, e ignorar a los que no les han votado.