La paciencia todo lo alcanza

Ayer no pude estar con vosotros, queridos hermanos, ayer no pude oler a salitre y a café recién tostado por los aledaños de la Marina Española. Ayer no pude recordar en el Santuario de Nuestra Señora de África que polvo soy y en polvo me voy a convertir.
Pero, no os olvidéis queridos amigos, compañeros de fatigas y de ilusiones, LA LUCHA POR LA VERDAD SIGUE SIENDO UNA LARGA PACIENCIA.
Ayer se firmó la nómina de salida, ayer se presentó el cartel de Semana Santa, se presentó el pregonero y se galardonó a un hermano mío. Ayer comenzaron a abrirse esos botones blancos en los naranjos del Rebellín, ayer comenzó la cuenta atrás. Parece que fue ayer y hace casi un año que todo esto ocurría…
Pero este año estoy muy feliz, estoy muy contento, estoy muy satisfecho. Ayer el Santísimo Sacramento estuvo muy grande conmigo. El Dulce nombre de Jesús en su Entrada Triunfal en Jesrusalen ha estado grande con nosotros, ha hecho que los pies de su Madre de la Palma, la Niña guapa de los ojos del color de la mar revuelta, nos anuncie en unos días lo que va a volver a ocurrir por las calles de Ceuta. Nuestro Padre Jesús Nazareno, ha estado grande con nosotros, ha hecho que ese hombrecillo, locuelo y simplón sea condecorado con el escudo de oro del Consejo de Hermandades y cofradías, recuerdo que mi querido  maestro, Pepe Serón le llamaba el tonto de la purpurina. Parece que lo estoy viendo, “el tonto de la purpurina va a ser el hermano mayor, Josu”. Pues yo quiero tontos así y que abunden en nuestras hermandades. Gracias a el, tenemos un evento que se llama Encuentro desde hace muchos, muchos Martes santos, gracias a el este que os habla está de pie.
Y que decir de nuestro flamante pregonero, un hombre de peso, una gran persona, el movimiento se demuestra andando. No se si lo he dicho antes, pero, la lucha por la verdad es una larga paciencia. ¡Vaya pedazo de capilla, de casa de hermandad y de almacén de pasos!, Sí, así es, los niños. Los jovenzuelos, los locos de la colina, o del OTERO, han conseguido lo que no se consigue en otras grandes casas señoriales, palacetes o villas.
Recuerdas cada Domingo de ramos a las seis menos cinco querido Eusebio…

Hoy he vuelto a recordar
La plaza donde jugué
La Pollinita salía
Aquella primera vez
Cuando entre palmas y olivos
Aclamaban a Manuel.
¡Qué bonita está mi Ceuta,
Qué bonita está mi tierra
Cuando mi tierra es volver
Para vestir este hábito
De inmaculada niñez!
Más déjame Dulce Nombre
Acompañarte con fe
Que los sueños son los sueños
Y soy un niño otra vez…

Otra vez se me está yendo la olla, será por el olor a incienso, cera y flor de los altares de cultos que he visitado desde noviembre. Otra vez se me está yendo la olla, será porque ya queda nada y menos para que un barco de Balearia me acerque a las costas de mi tierra. No puedo hacerlo en otro, sin que me metan una clavá, será porque ya no soy caballa, ahora soy…
No se lo que soy, o sí. O no, o sí, o no…
¡Ah!, sí soy un humilde y pobre nazareno más que anda las calles de su tierra para recordar que sin El no soy nada, sin el Alfa y el Omega, el que era y el que Es, el que cabalga por mis venas con un trote parsimonioso como hace Triburcia al entrar en la Gran Vía y abre oficialmente nuestra Semana Santa.
Y os juro por lo más sagrado que volveré, y además mira por donde Juan Carlos gana otra vez el concurso de cartel …

Yo crecí hijo de María
bajo este cielo africano
crecí con mi cofradía
como todos mis hermanos
hasta la iglesia me iba
para buscar sin descanso
al Niño de carpintero
que una Cruz me iba enseñando.

No se porqué razón
fue su encuentro, el esperado
el que toda Ceuta quiere
ver cerquita de sus pasos
el que me enganchó en sus redes
y me llevó de sus manos,
al principio fue difícil
estar cerca de su paso
o poder prender potencias
en su pelo ensortijado
fueron tiempos muy vividos
muy vividos con encanto
esperando que llegara
el soñado martes santo.

Julio por aquel entonces
era dorador de pasos
y al Señor de la lanzada
le doraba su canasto,
José siempre estuvo cerca
de su Cristo bien plantado
y soñaba con esmero
ser costalero morado
y mi Ignacio de mi alma
que tan lejos se nos fue
¡cuantos clavos oxidados
pusimos juntos de pie!
Cuantas tardes de cuartillo
preparando los enseres
en esas tardes tan largas
que aprendíamos con Pepe.
Un día El nos llamó
para mandar en su paso
y tuvimos que guiar
 al Nazareno Morado
relevamos a Miguel
que te llevaba con garbo
con garbo y con señorío
de Señorito morado
después llegaron Furnier
Trillo, Cárdenas y tantos
que llenitos de ilusión
trabajaban mano a mano
en esos años difíciles
que sacar la cofradía
era un reto ilusionado
Diego, Félix y Pirulo
trabajaron con esmero
para que con señorío
paseara el Nazareno
fue Carmelo el costalero
con coraje sevillano
el que portara a tu Madre
muchos martes bajo el palio
y después con esa gracia
que en el Cerro granjeó
fue capataz soberano
que a la calle te sacó.

Ahora el tiempo va pasando
y a golpe de corazón
es Andrés el elegido
para pasear a Dios
para pasear a Dios
ayudado por el Mudo
y detrás  manda la voz
de Satu y Kiko seguros.

Así son estos cofrades
Señor de morado empeño
orgullosos de su nombre
levantando con esfuerzo
con esa pasión morada
que ya no tiene remedio
cuando se escapa en los labios
las letras del Padrenuestro...

Que bendición para el alma
ser hermano en tu misterio
quererte con valentía
y defenderte sin miedo.
Que bendición para el alma
ser de Jesús Nazareno,
con El se escribe la historia
del corazón de este pueblo
separarlos no es posible
van de la mano sus centros
por eso rezan dos veces
por eso claman sus templos
por eso rugen las olas
acordes de amor eterno.
    
Que bendición Padre mío
tu fe, tu amor tu silencio
este morado en la piel
de mi túnica por dentro.
Dice la fe de bautismo
en Ceuta tengo mi acento
soy tan libre como el mar
cuando se peina en el viento
y mis pulsos van prendidos
con devoción en silencio.
Así el pueblo te reclama
Señor de morado empeño
repitiendo una y mil veces
llevándote siempre dentro
con una frase en las velas
del barco de su universo
África ha sido mi cuna
soy de Jesús Nazareno.
Has crecido con sus ansias
con su orgullo, con sus ruegos
pero siempre por delante
siendo el camino certero
primer punto de partida
primer amor cofradiero
devoción que se ha forjado
en el divino mortero
donde se funden las penas
con el amor verdadero.
Lo has sido todo, Señor
bastión de fe y alimento
confesor de los pecados
cómplice de los secretos
que en lo más hondo del alma
guardamos entre silencios.
No acabarán con tu nombre
Señor de morado empeño
tu poder se hace más fuerte
cada vez que un Padrenuestro
se posa entre las astillas
de la Cruz de tu madero.
Esos labios que te rezan
con el calor de un “te quiero”
son los que van desplegando
las velas de tu velero.
El amor que nos regalas
sigue siendo aquel perpetuo
que a cambio de una sonrisa
abre puertas y universos
con la gloria enarbolada
sin rencores y sin miedos.
Por los siglos de los siglos
van tus penas sin remedio
enseñando el paraíso
a quien te sale al encuentro
y no hay mejor bendición
ni camino más certero
que aquel que lleva a la gloria
con tu cruz en su mortero
fundiendo a coro las penas
con aquel verbo primero
ese que dice tu nombre
ese que clama a los cielos
y es cristiano y es cofrade
de su Jesús Nazareno.

Enhorabuena Julio, enhorabuena Eusebio, enhorabuena Juan Carlos con gente como vosotros nuestra Semana Santa permanecerá viva a pesar de los pesares, a pesar de los criticones, a pesar de los que no saben, a pesar de los que no mueven ni un dedo, a pesar de los que intentan hundir nuestro barco y recluyen a Nuestro Dios de Madera en la esquina de un templo que se cae de vez en cuando y se vuelve a levantar…
Pero recordad, volveré como las golondrinas en primavera…
Por eso, sabe Dios y su Santísima Madre que volveré, sí, podéis estar seguros de ello, queridos paisanos, hermanos y amigos. Volveré a sentir que mi pobre y cansado corazón se vuelve a desbocar en un trote parsimonioso cuando se acerque a tus playas, cuando todo mi ser se impregne del fuerte olor a salitre, de verde de primavera en los Pinos del Hacho o en los magnolias de África, del intenso olor a café recién tostado que nos envuelve desde la Marina Española...
Volveré en cuerpo y alma, eso será por la nueva primavera, cuando los campos se vistan de los más bellos colores, cuando los vientos amainen su fuerza al llegar a tus playas, cuando el aire tibio de la tarde se pierda entre los naranjos del Revellín intentando dar vida a esos botones blancos que estarán a punto de reventar. Volveré a espabilarme en mitad de la noche soñando con un cortejo de nazarenos blancos que abren el camino a su Triunfal Entrada en la Gran Vía. Volveré a estar nerviosito como un nazarenito de tu cortejo horas antes de salir de nuevo a la calle. Volveré a sentir como se eriza mi piel al escuchar ¡O Bendita Estrella! detrás de su palmera. Y volveré a sacar nuestras mortajas del viejo baúl, a quitarles el alcanfor, a colgarlas en una percha y volverán a presidir la larga cuarentena que nos llevará al ansiado 20 de marzo.
Pero a pesar de todo y de todos. Yo sigo siendo de esos a los que le gusta gozar con un paso palio y una buena canastilla con un buen Cristo en lo alto, yo sigo siendo de los que le gusta gozar con la revira que mi gente buena hace llegando la madrugada, yo sigo siendo de los que le gusta correr de esquina en esquina para poder contemplar las blondas de su mantilla, y el martes me sigue gustando verte salir y cuando te estoy mirando, esperanza verte reír mientras que yo estoy llorando.
¿Por qué témenos, y somos hombres de poca fe? ¿Por qué creemos que no quiere perdonarnos los pecados a pesar de ser cofrades y hermanos? El los clavó en la cruz con sus manos. ¿Por qué somos blandos y delicados? El conoce nuestro barro. ¿Por qué estamos tan mal acostumbrados y esclavizados por la costumbre de pecar? El Señor libera años cautivos. ¿Será acaso porque irritado por la crueldad y la maldad de nuestros crímenes tardará mucho en extender su mano salvadora? Donde proliferó el pecado acostumbró siempre a sobreabundar la gracia. ¿Será tal vez porque estamos agobiados por el vestido, la comida y las demás cosas necesarias para nuestro cuerpo, y por eso nos vemos obligados a abandonar lo que de verdad es nuestro? El sabe que tenemos necesidad de todo eso. ¿Qué más queremos? ¿Qué puede apartarnos ya de su salvación?

Madre yo te doy mi corazón
Te lo entrego por entero
Vivo sin vivir en mí
Y muero porque no muero.

Deja de volverme loco
Y llévame contigo al cielo
Que empiece a soñar otro poco
Y a imaginarme Tu pelo
Que se llenen de ilusión mis ojos
Y mi corazón se altere de nuevo.
Que altere mi corazón
El resplandor de tu paso
Cuando cruza en procesión
Por callejas sin descanso.

Por eso, por todo eso y mucho más. Y a pesar de todo y de todos os prometo queridos paisanos que volveré como las golondrinas en primavera a buscar refugio entre las manos delicadas de Madre de Dios de la Palma, la Niña guapa de los ojos del color de la mar revuelta como la que reina en mi corazón y es Esperanza mediadora y refugio de mi Soledad y bálsamo para mis Dolores.