Ismael y Aissam son hoy protagonistas de uno de nuestros reportajes. Hemos querido que sea así. Ellos, dos residentes de la Esperanza, son el reflejo en el que muchos medios de comunicación deberíamos mirarnos.
Ellos son quienes se esconden detrás de esas cuatro letras tan criminalizadas: M-E-N-A. El viernes marcharán junto a otros atletas ceutíes a Burgos para participar en el Campeonato de España de Campo a Través y lo harán en representación de Ceuta. Están trabajando duro para conseguir un buen resultado. Pero lo mejor de todo, están emocionados.
Durante la entrevista que mantuvimos con ellos no paraban de reír, dando ejemplo de lo que son capaces si alguien confía en ellos, de lo que pueden demostrar, de lo que pueden llegar a ser. ¿Por qué no nos fijamos en ellos?, ¿por qué es más fácil caer en la generalización, normalmente falsa, culpando a estos menores de todos los males que afectan a la ciudad?, ¿somos incapaces de hacer un mínimo esfuerzo para abandonar los prejuicios? Ismael, Aissam no se lo merecen. Ni ellos ni muchos de los menores que habitan la Esperanza y que intentan salir adelante, formarse, esforzarse por llegar a ser alguien, por aprovechar las oportunidades que no han podido tener en su país.
No hacen falta que se lean el reportaje que hoy publicamos, solo les pido que hagan un mínimo esfuerzo para ver el video que les hemos grabado y paren en sus miradas. Verán las miradas de dos chicos emocionados, las miradas de dos adolescentes agradecidos, las miradas de quienes no saben más que reconocer la suerte que han tenido topándose en el camino con personas tan profesionales y entregadas como las que componen el Área de Menores.
No sabemos el daño que se hace con comentarios basados en falsedades, con generalizaciones que no hacen sino hundir a estos chavales, con publicaciones que faltan a la verdad y que no hacen sino fomentar el rechazo hacia todo el colectivo aprovechando que hay alguien que ha podido meter la pata. ¿Hacemos lo mismo con todo?, ¿por qué entonces perjudicamos a quienes solo reclaman disponer de una oportunidad? Ismael y Aissam se lo merecen. Pero también otros muchos menores que buscan tener unos líderes y unos referentes como esta pareja. En esa línea debemos trabajar todos. Quizá entonces merezca la pena creernos de una vez por todas que estamos poniendo en marcha una sociedad decente. Lo contrario, de nada vale.