Llevamos toda la semana hablando de navieras. Demasiados días. Desde que este medio publicó la noticia de la intención que tenía el Gobierno de entrar en una naviera mixta con una participación del diez o quince por ciento, teniendo como objetivo principal el abaratar los billetes considerando que sus altos precios es una losa que pesa demasiado para la reactivación económica de Ceuta, no se ha parado.
Al día siguiente, el presidente reconocía esta posibilidad y comentaba que había sido el Consejo Nacional de la Competencia, en un almuerzo que mantuvo con su presidente, donde le habían animado a que con un cuarto operador en el Estrecho, lo mismo se dinamizaba la competencia, a partir de que la misma no existe desde el punto de vista de la Ciudad, por ese conocido concepto de la demanda cautiva. Pero hemos seguido adelante, porque el domingo por la noche, las redes sociales se calentaron hasta extremos insospechados, cuando a partir de un comentario en el facebook del Partido Popular, en contra de las navieras, por como venían los pasajeros en una travesía del Passio per Formentera, alguien subió una foto donde se veía al presidente sentado en una de las escaleras de este barco. La misma empresa decidió veinticuatro horas después solicitar disculpas a los pasajeros y señalar que se iban a limitar los pasajes al número exacto de butacas durante los días de temporal. Pero como el tema del transporte marítimo da para mucho, volvimos a publicar un tema donde expresamos que los informes solicitados por la Ciudad para participar en una naviera con capital mixto desaconsejaban hacerlo, debido a que el límite de la jurisdicción del Ayuntamiento se limitaba al término municipal y no era éste el caso. Por medio, una entrevista entre Vivas y Utor en Madrid el pasado martes, de manera, que en una nota pública de la naviera se indica que el presidente de la compañía le había expresado a Vivas las maneras que entendía para poder bajar las tarifas. Una de ellas es la bajada de las tasas portuarias y en la jornada de ayer, es el presidente quien indica que no atentarán en ningún momento contra uno de los ingresos más importantes de la Autoridad Portuaria. Sin olvidarnos, desde luego, con ese programa que la Ciudad tiene perfilado para que por 24 euros aproximadamente puedan visitar Ceuta los familiares de los residentes. Hablamos y hablamos de las navieras, pero no valen para nada las participaciones en sociedades mixtas, ni las recomendaciones del Consejo Nacional de la Competencia, ni las tasas portuarias, ni las entrevistas en Madrid, ni las ofertas para que vengan los familiares de los residentes, ni frenar el número de butacas en el Passio, si al final la Madre Naturaleza sopla con fuerza en el Estrecho. Cuando el mar se pone bravo, las intenciones humanas se vienen abajo.