El pasado 20 de diciembre, Ciudadanos consiguió un resultado histórico. Era la primera vez que un partido de centro y de Cataluña conseguía 40 diputados gracias a tres millones y medio de votos.
El resultado en las urnas se tradujo en el deseo de los españoles de un cambio, pero también de diálogo. Ciudadanos llegó a la política para eso, para cambiar y dialogar sobre la reforma de un país que ya no está a la altura de los españoles, fundamentalmente con el ánimo de devolverles la confianza perdida en la política.
La historia democrática demuestra que los grandes cambios en España se han conquistado desde el centro dialogando con aquellos que no piensan igual pero, eso sí, poniendo por delante los intereses de la ciudadanía. Y Ciudadanos está demostrando que esa es su línea, porque la nueva forma de hacer política y las reformas tienen que ir de la mano pensando en España y no únicamente en siglas o partidos.
Nuestro papel es complejo pero necesario; intentamos poner de acuerdo a los que no son capaces de entenderse para que la legislatura comience y, sólo así, España avanzará y buscará valores comunes. Ciudadanos lo demostró con la constitución de la Mesa del Congreso poniendo de acuerdo a PP y PSOE.
Las reformas y la voluntad de alcanzar acuerdos están por delante de las sillas y los cargos. Si nada cambia, Ciudadanos no llegará a ningún pacto de Gobierno. El actual sistema político no sirve.
El acuerdo con el PSOE es para un Gobierno reformista, sensato, limpio y que garantice la unión y la igualdad. Los puntos principales del documento ya los conocen nuestros afiliados, pero saben que no podemos reformar España solos. Hace falta voluntad política de quienes apoyan la unidad de España y, en esta etapa, tenemos que contar también con los siete millones de personas que votaron al PP.
C´s Ceuta se suma a esta actitud abierta y constructiva del partido a nivel nacional y recuerda que ese es el camino también a seguir en los ámbitos local y autonómico.
Estamos ante una segunda transición que tiene que estar a la altura de la primera. Unas nuevas elecciones no modificarían sustancialmente los resultados y los españoles esperan acuerdos y sentar por fin las bases de una nueva etapa política.