Justicia arrastra cuantiosas deficiencias en sus infraestructuras. Deficiencias que llevan años denunciándose pero que hasta el momento no han obtenido la solución debida. Se nos dijo que el Cine África acogería 'la ciudad de la Justicia', etiqueta que luego se trasladaría a la Comandancia de Obras para, finalmente, apostar por la construcción de un Palacio nuevo.
De ahí pasamos a la última de las ideas: aprovechar el Banco de España para acoger los futuros juzgados. Mientras se ha estado mareando la perdiz se han invertido millones y millones en hacer obras innecesarias, meros reparcheos que no han conseguido siquiera que haya unas instalaciones dignas. El claro ejemplo lo teníamos, hasta el momento, en los juzgados, en donde cada remiendo ha supuesto más gasto y menos efectividad. Si no, que se lo pregunten a los sindicatos.
Ahora la pelota ha caído en el tejado del edificio del Ceuta Cénter, que parece haberse convertido en un juguete en manos de unos pocos que gustan de organizar experimentos. El último ha sido la famosa jaula. Por cierto, ¿alguien nos puede decir cuánto ha costado? Es un derecho, señor gerente de Justicia, que tenemos los ciudadanos por eso de que hay que ser transparente con los gastos. Debían serlo también con las decisiones, ¿por qué los fiscales han sido trasladados de lugar?, ¿qué límites de seguridad hay hoy en día en este edificio? Reparcheos seguidos de varios ceros mientras las infraestructuras judiciales siguen siendo tercermundistas. Lo grave e inmoral es, por cierto, que nadie responda.