Hoy es un día importante para el patrimonio histórico de nuestra ciudad. A las siete de la tarde se inaugurará la Puerta Califal, cuya puesta en valor se ha ultimado con la realización del proyecto museográfico. Han sido muchos años de trabajo, después de ese causal descubrimiento y lo cierto es que por parte de la Ciudad Autónoma se ha trabajado de una manera seria, contando con la colaboración económica de la Administración General del Estado.
En estos últimos quince años, coincidiendo con la llegada de Vivas al poder, se ha realizado un esfuerzo importante desde el punto de vista de exponer el patrimonio tanto histórico, como natural y cultural del que disponemos. No es cuestión de realizar una exhaustiva relación de los distintos hallazgos y la preocupación que ha existido para que los mismos sean conocidos por todos los ceutíes. Y los que ya existían se han mejorado, como, por ejemplo, la exposición de las Murallas que estaban ocultas y fue una de las bases primordiales del Desdoblamiento del Paseo de las Palmeras.
Sin embargo, a todos los que de alguna forma nos gusta el patrimonio, aunque no lo visitemos todo lo a menudo que deberíamos hacerlo, existe una espinita clavada: el problema de la reforma que se hizo de la Sirena del Hacho. Dos millones de euros a través de una escuela taller en una edificación que es propiedad de Comandancia General. Desconozco, en estos momentos, si al final se cumplimento esa parte que se pretendía de su cesión a la Ciudad Autónoma.
La realidad es que cualquiera que se acerque por allí podrá ver que han sido dos millones de euros tirados a la basura. Inauguración por todo lo alto y después, cerrojazo y en un reportaje que recientemente pudimos ver en las páginas de nuestro períódico vimos que parece que había pasado por allí un huracán.
Es una muestra de la desidia de las autoridades en general, pero además, en un proyecto, que cuando se inició nadie sabía para que iba a servir. Repito, dos millones tirados a la basura.